viernes, 3 de marzo de 2017

TÚ NO ESTABAS. Y, SI ESTABAS, NO ERAS TÚ.

 Te busqué al otro lado de la cama. Pero sólo había sábanas arrugadas y una almohada sin olor. Rebusqué en la jungla de las redes sociales. Pero tenías otros nombres… y otra manera de ser. A menudo hablé a otros oídos, y respondieron otras bocas. Siempre con diferente tono y expresiones. Investigué en tu vida y en tu alma, pero sólo hallé silencio. 
Entendí que allí no estabas. 
Y, si estabas, no eras tú.
Pues decidí comprenderte, penetrar en tu interior. Desabroché tus razones, desnudé tu alma y desaté tus carnes. Metí mi mano en tus vísceras, manoseé tus entrañas. Escuché, miré, toqué, degusté y olí. Pero la ausencia mató mis ansias y la nada acabó con la búsqueda. 
Era verdad que no estabas. 
Y, si estabas, no eras tú.
Y yo me marché llorando, entre sueño y fantasía. Y busqué otro amor inmenso que curara mis heridas. Encontré muchos amantes y muchos falsos amigos. Pero no tuve bastante porque no estabas conmigo. Me escondí en la soledad, donde me sentía bien. Y de nuevo te busqué, pero fracasé otra vez. 
Pues fue cierto que no estabas. 
Y, si estabas, no eras tú.

4 comentarios:

  1. Qué lindo, bella Mary Ann... Cuánto sentimiento...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando el sentimiento dicta, sólo tengo que transcribir...
      Gracias por pasarte y comentar, Javi.

      Eliminar
  2. Ahí, hay mucho sentimiento Mary,llega muy adentro, un saludo.

    ResponderEliminar