lunes, 15 de diciembre de 2014

AQUÍ, CONMIGO



Hola a todos:
Ya estoy aquí con una nueva entrega del juego TE ROBO UNA FRASE.
Este mes, la frase con la que jugaremos es la siguiente:
Convirtió en garra la mano derecha y con ella trató de rasguñarme la cara con sus afiladas uñas. Tenía los dientes apretados y regañaba como un perro furioso. La agarré de la muñeca. —De Dashiell Hammett  sacada de su novela: El hombre delgado.


AQUÍ, CONMIGO

Elena llegó a casa y encendió la tele. Era la hora justa para ver el capítulo décimo de la cuarta temporada de su serie favorita. Se quitó los zapatos y la ropa. Se enfundó su pijama de invierno, pues ya hacía frío. Se preparó un descafeinado. No era cuestión de tumbarse en la cama y estar con los ojos abiertos como naranjas hasta las tantas de la madrugada. Ya le había ocurrido demasiadas veces. Entonces le darían las tres o las cuatro, sin poder dormir. Y a las seis y media, cuando sonara el despertador, no habría fuerza humana o máquina que lograra levantarla.
Además, desde que vivía sola, no tenía quien la despertara si se quedaba dormida. Vivía sola, estaba sola, desde que él se fue, se encontraba en la más absoluta soledad. Nadie la esperaba cada tarde para tomarse una copa, o una café. Nadie veía ya con ella su serie favorita. Nadie le preguntaba qué tal el día en la oficina o si el capullo de su jefe le había hecho de nuevo la vida imposible.
Se obligó a no pensar en esas cosas. Comprobó una vez más que nadie había llamado por teléfono en todo el día y se sentó ante la televisión. El capítulo ya había comenzado, pero ella no sabía de qué iba hoy. Intentó poner mayor atención y al fin pudo comprobar que una joven aterrada declaraba ante la policía, con las manos totalmente ensangrentadas.
-          “Convirtió en garra la mano derecha y con ella trató de rasguñarme la cara con sus afiladas uñas. Tenía los dientes apretados y regañaba como un perro furioso. La agarré de la muñeca” – gritaba la joven, al borde de la locura.
Se había perdido casi todo el capítulo, por lo que no era capaz de saber de qué coño iba todo aquello. Cada tarde le ocurría lo mismo: No podía dejar de pensar en Jaime. ¿Por qué se tuvo que ir? ¿Por qué no se quedó a intentarlo una vez más?
-          “Un marinero, cuando las cosas van mal, no abandona el barco, Jaime. Un marinero se queda y lucha por buscar soluciones.”
Pero Jaime no escuchó. Salió dando un portazo, totalmente envuelto en lágrimas. Elena no podía respirar.
De repente el timbre la hizo reaccionar, sacándola de una situación agobiante y desesperada.
-          ¿Sí? – Respondió entre lágrimas, junto a la puerta.
-          Elena, cariño, soy yo. – escuchó al otro lado.

Abrió rápidamente y Jaime entró cual tsunami. La abrazó llorando a la vez que ella hacía lo propio. Era ahí donde quería estar el resto de su vida. Éste era el lugar en el que quería habitar hasta su último aliento.
-          Lo siento, vida mía. Fui un capullo. No puedo irme de tu lado porque te quiero. Quiero estar aquí contigo, mi amor.
-          Aquí, conmigo. Sí, yo también quiero que te quedes en casa el resto de nuestras vidas.
-          Aquí, contigo, mi amor.
Entraron en casa, sin soltar su abrazo. No querían soltarse jamás. No ahora que habían conseguido pegarse completamente.


10 comentarios:

  1. Me gusto mucho Mary Ann y la frase quedo muy bien integrada en el relato.Besos

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  2. Ohh qué lindo! Con final feliz♥
    Me encantó Mary. Un besito!

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    1. Gracias K@ry. Yo soy muy de "fueron felices y comieron perdices"
      Besito a ti, linda

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  3. Ohhhh que romántico (me recuerda la de veces que me fui de casa para no volver y lo ricas que eran las reconciliaciones... hasta que ya llegaron a aburrirla y me mandó a freír espárragos). Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja. (Lo siento Mary, tu final romántico me lo puso a huevo). Un abrazo corazón.

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    1. Hola Frank. ¿Sabes? No te perdono: me has chafado mi final romántico. Así que te mandaré a freir espárragos. Bueeeeeeeeeeeeeno, lo del abrazo y "corazón" me ablandará un poquito.....
      Besos

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  4. Ohhhhh, ¿por qué no me pasan cosas así a mi? Aunque tenga que pasar un rato de tristeza, si luego acaba así...
    Gracias mi querida Mary por jugar un mes más con semejante texto :-)
    Besicos!

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    1. Gracias Ramón por tus palabras. Que conste que siempre CREO de verdad en las cosas que escribo. Gracias a ti por seguir proponiendo el juego.
      Besucos.

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  5. Respuestas
    1. Gracias Patricia. Y, en cuanto al abrazo, vente para Santander y prometo dártelo en persona (aunque no llevará tanto romanticismo, lo siento...)
      Besos

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