martes, 15 de julio de 2014

(MIS) HIJOS

Hola. Hoy me levanté un tanto reflexiva. Tenía esto dentro, que necesitaba escribir. No es un relato erótico, como acostumbro a escribir, sino unas reflexiones. Hoy no deseo que lo disfrutéis, sino que lo leáis, sin más. A mí sí que me ha gustado escribirlo. Besitos.





(MIS) HIJOS

Al despertar cada día, lo primero que hago es dar gracias a Dios por mis hijos. Sé que algunas personas se extrañarán de que sea una persona creyente, pero eso me da igual. De hecho, sé que no tengo que explicar esta faceta de mi vida. Y precisamente por eso NO LO HAGO.

Pero volviendo al inicio. Estoy convencida, después de los años, de que lo mejor que tengo en esta vida son ellos. Como lo estoy (convencida) que en la frase anterior he escrito una gran falsedad. Porque de hecho, no los tengo. Porque no son míos: no son de mi propiedad. Sí: yo los parí, los crié y los eduqué lo mejor que supe. Me equivoqué mucho, pero los quise también mucho.

Y ahora que ella es mayor (de edad, dignidad y gobierno) y él va camino de ello, siento que ya no me necesitan. Y de nuevo he vuelto a escribir una mentira: porque SÉ que me necesitan, como yo a ellos. Pero es otro tipo de necesidad.

Y una se replantea si es útil, si es “buena madre”, si es “buena persona”, si es “buena”. Suerte que me respondo que sí: que no lo he hecho tan mal, de modo que no debo ser “mala”.

Y entonces una decide pensar en ella. Sólo en ella, por un momento. Pero viene el gran juez, que todo lo dicta. Y le recuerda a una que no debe ser egoísta, que hay otra gente alrededor y que no puede pensar sólo en sí misma. Luego, me recuerdo a mí misma que nunca me libraré de ese gran juez que siempre me acompaña, que está tan dentro de mí y me da tanta caña. ¿Cómo me dijeron que se llama, Superego? Vaya, él sí que tiene inflas de superhéroe. Yo no tengo tantas.

De todos modos, él no puede evitar que yo siga soñando, fantaseando, pensando… leyendo, charlando, escribiendo… disfrutando, ¡¡VIVIENDO!! Ah, y estando orgullosa de mis hijos.

10 comentarios:

  1. Recuerda que son un trozo de ti. Quierelos. Y Ayudalos ellos si te necesitan. Y si tienes a superego ... un beso

    ResponderEliminar
  2. Yo tengo esos mismos sentimientos guapa. El mío va a cumplir en breve 17 años y miedo me da. Siento tristeza por no tenerlo tan cerca, ya no es lo de antes, pero ellos también deben volar, como hicimos nosotros en su momento. Ay, cuánto duelen los hijos Mary, aunque ellos no lo reconozcan (de momento), un beso corazón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los hijos duelen y los hijos dan vida, alegría, amor,........ En realidad SOY FELIZ DE SER SU MADRE!!! Otro beso a ti, cielo!

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. que gran verdad Mary Ann. Los hijos lo son todo y aunque a veces se necesita tiempo para una y nos apetece que nos dejen en paz, en cuento llevan un rato sin llamarnos, vamos a "fisgar" a su habitación a ver si todo va bien. Que gran ironía

    ResponderEliminar
  5. Me gusto mucho tu escrito,que escriba la madre, "mostrando" su sentir, es precioso, gracias por hacerlo,. Un beso.

    ResponderEliminar