lunes, 13 de enero de 2014

EL FISIO


Si quieres, puedes escucharlo en la voz de J. D. Martín Bartolomé, en el siguiente enlace.
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Puedes leer el texto íntegro en la sección MINI RELATOS HONORÍFICOS, del blog de Jose Luis Losada, pulsando en el siguiente enlace.
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Hola:
Ya estoy aquí otra vez. He escrito un relato corto, un poquito "Vainilla" (como diría Christian Gray). No sé si será para equilibrar los últimos textos escritos con Julián Pulido. Este es sólo mío: bueno, ahora también es vuestro. En principio, acaba aquí mismo, salvo que surja una continuación... Como siempre, espero que lo disfrutéis. Besos.



EL FISIO

Entré agotada en la peluquería y me acerqué a Mila, mi peluquera:
- ¿Tienes libre para atenderme ahora, Mila? – le pregunté.
- Bueno, si puedes esperar 20 minutos, te cogemos. ¿Qué te vas a hacer, Julia? – me contestó.
- Lavar y peinar. Luego me iré a dar un masaje, estoy toda agarrotada del cuello. – le contesté.
- Hey, ¿Por qué no vas al fisioterapeuta de aquí al lado? Mira a ver si te coge ahora y luego te lavamos y peinamos. ¿Quieres?
- Sí, lo necesito. Voy a ver si me lo puede dar ahora mismo. – Salí y me dirigí a la consulta del fisio.
La habían abierto la semana anterior, de modo que no conocía al dueño. Al entrar, me recibió un bombonazo y supuse que sería el recepcionista.
- Hola, bienvenida. ¿Qué querías? – me preguntó con una sonrisa maravillosa y una voz grave, de las que te hacen olvidarte de a qué narices habías ido.
- Hola. Quería ver si me podían dar un masaje ahora mismo. Ya sé que no es lo habitual, que habría que pedir hora, pero pasaba por aquí y pensé que si tuvierais un huequito… – respondí con mi mejor cara de “por favor, por favor, que lo necesito”.
- Ningún problema. Si pasas por aquí, te puedes ir quitando la ropa. Ahí tienes una bata. Cuando estés lista, toca este timbre y entraré. – me respondió acompañándome al box.
- ¿Así, ya? ¡Qué bien! ¿Entonces el “fisio” está libre? ¿Me puede atender? – pregunté mirando a todos los lados, a ver si veía por fin al fisioterapeuta.
- ¡Sí, está libre! Quiero decir, que estoy libre. Hoy no hay ninguna cita. E iba a cerrar en unos minutos – me dijo sonriendo de nuevo.
- Ah, pero entonces… ¿eres tú? Perdón, yo creí que tú… Lo siento. Y, bueno, si ibas a cerrar… – creí que debía callarme de una vez y dejar de balbucear como una idiota.
- Sí, soy yo. Encantado: mi nombre es Rubén. Soy el fisioterapeuta. Acabo de abrir la consulta y todavía no dispongo de recepcionista. No tienes que disculparte por nada y sí te voy a atender, por supuesto. – lo dijo entre carcajadas, alargando su mano hacia mí para formalizar la presentación. – Por cierto, no me has dicho tu nombre.
- Encantada, soy Elena. – le correspondí al saludo. Entré en el box y posé mi abrigo y mi bolso sobre una silla.
Rubén salió sonriendo y cerró la puerta. Me desnudé, me puse la bata y me tumbé en la camilla. A continuación, toqué el timbre para indicarle que ya estaba lista.
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Fragmento del relato incluido en RELATOS ÍNTIMOS DE MARY ANN GEEBY.



26 comentarios:

  1. Y de la peluquería, nada se supo no?

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  2. Siempre me pasa igual: A unos los dejo sin cenar, a otras sin peluquería....
    Jajajaja! Gracias Adrián! LINDO!!!!

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    1. Jean, te haces publicidad en mi blog??? jajaja, es broma!! Pero si te salen clientes, pásame alguna comisión, eh??? jajajaja.
      Te gustó el relato? Espero que sí. Un besazo!!

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    2. Mary Ann, es delicioso vestirse con tu piel de mujer para pulsar las sensaciones de un encuentro insospechado. Si desde mi piel de hombre cada segundo de una historia similar es pura excitación, unido a la sentida por la parte complementaria trastorna mis sentidos.

      ¡Que real es la fantasía!. Un beso dulce

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    3. Muchas gracias por tus palabras R. A.
      Para mí fue delicioso sentirlo, escribirlo y "casi" vivirlo. Celebro haberte hecho tener esos sentimientos.
      Otro beso dulce para ti <3

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  3. Quiero un fisio así y que me de unos masajes tan ricos como esos.
    Me ha gustado mucho el relato! pero desde ya te digo que no puedes dejarlo así.
    Quién no ha imaginado alguna vez una escena parecida cuando sabes que lo único que vas a hacer en la consulta de un fisio es sufrir? Espero qué o continúes y nos des más de Elena y Rubén.
    Me gusta mucho como escribes Mary Ann, sigue así.

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    1. Gracias May. Sabes que la admiración es mutua.
      En cuanto a continuar el relato con una 2ª parte, en un principio no estaba previsto. Pero es que Rubén "se me aparece en sueños" (qué más quisiera yo, jajajaja) exigiéndome que escriba otro relato, en el que pueda volver a ver a Elena. PAra mí que "se ha pillado" con ella, jajajaja
      Lo dicho, todo se andará....
      Besos.

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  4. Pues menos mal que es vainilla... jajajajaja. Yo que soy esteticista y sé hacer masajes, te puedo asegurar que a los hombres también les pasa lo que a Elena con Rubén jajajajaja, la diferencia, claro, es que nosotras nos cortamos más a la hora de tirar los trastos y ellos no XD
    Sigue así Mary Ann, me gustan mucho tus relatos ;)
    Nos seguimos leyendo.

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    1. Hola Mª José. Perdona que no te respondiera antes, pero soy torpe con las nuevas tecnologías y, aunque te parezca raro, no había visto tu comentario. Ahora ya sé cómo hacerlo!!! Muchas gracias por tus palabras y un abrazo!!

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  5. Qué forma tan estupenda de quitarse el estrés, fíjate!
    Y qué pena que no fuera el momento... algunas matarían por un novio que supiera dar esos masajes, jajajajaja

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    1. Lucia, aunque muy tarde, respondo a este mensaje (que no leí en su día. Perdón!!)
      Y sí: algunas matarían!!! jajajaja
      Gracias por tu comentario. Un besazo!!!

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  6. Y tanto que matarían. Me ha encantado, muaksss

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  7. Ufff vaya con el mssajito Jajaja me ha encantado

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  8. Ufff yo quiero quitarme el extres así jaja

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  9. Ufffff yo quiero quitarme así el extres jaja

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  10. Me encanta lo que he leído de ti

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  11. No hay nada como un fisio bombón 😃con ganas de saber el final.

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  12. No hay nada como un fisio bombón 😃con ganas de saber el final.

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  13. Tiene muy buena pinta. Un besazo.

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    1. Lo siento, Fernando, no te había visto.
      Muchas gracias. Un besazo a ti también.

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